Regadíos del Queiles
La zona regable del río Queiles es una de las más antiguas y complejas de toda la cuenca del Ebro. Los agricultores desde fechas muy remotas fueron construyendo largas acequias que fueron intercomunicando mediante un complicado sistema de derivaciones. El sistema de riego que acabaron configurando está formado por un conjunto de acequias principales "independientes" entre sí y con toma directa en el río, que van apareciendo a medida que el río pierde cota, que llegan a interconectarse entre sí a través de sus redes de derivación y que riegan la superficie comprendida entre dos de ellas.
A esta complejidad de las infraestructuras de riego, hay que unir la complejidad administrativa y de gestión, pues como consecuencia de la escasez de caudales se fueron estableciendo "Concordias" entre los pueblos que dieron lugar a turnos o "adores" extremadamente complicados y que con ligeras modificaciones han sido reflejados en las Ordenanzas de las Comunidades de Regantes.
La infraestructura de riego la componen siete acequias principales: Magallón Grande, Selcos, Magallón Fiel, Cerces, Orbo, Los Molinos e Irués. Las dos primeras riegan la margen izquierda del río Queiles y las cinco restantes la margen derecha. De estas siete acequias principales, cinco de ellas toman aguas del río Queiles, la sexta: Selcos, del manantial del Ojo de San Juan que surge dentro de la población de Tarazona, y la séptima: Irues, aprovecha las aportaciones de diversos barrancos de la vertiente noreste del Moncayo, donde la divisoria natural con la cuenca del Huecha es tan suave que resulta muy difícil de definir.
La superficie total de riego está en torno a los 12.000 ha, de las que unas 3.500 ha gozan de derecho permanente de riego, 5000 ha lo tienen con carácter eventual y otras 3.500 ha son de riego de apoyo a la viña y el olivar.
Esta dispar disponibilidad sobre el recurso, unido a su propia escasez, configuran una zona regable muy diversa y entremezclada en lo referente a los cultivos que en ella se dan, con predominio de los cultivos herbáceos extensivos fundamentalmente cereales de invierno, olivares, viña, y algunas pequeñas zonas de huerta y frutal.